Necesitamos que el sector de fabricación de EE. UU. tenga éxito

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La pandemia de COVID-19 fue una llamada de atención en muchos sentidos. Cuando se detuvieron las fábricas, los vuelos, las personas y los sistemas que impulsan nuestra economía y nuestra cadena de suministro mundial, nuestra dependencia de este ecosistema logístico se convirtió en una vulnerabilidad. Muchas personas que nunca se habían preguntado de dónde procedían los electrodomésticos básicos buscaban en Google la frase “problemas en la cadena de suministro”, la cual se convirtió en una de las más buscadas en 2021.

Las interrupciones de la cadena de valor mundial de proveedores de materias primas, fabricantes de componentes y fabricantes aún repercuten en la actualidad y alteran todo, desde proyectos de mejoras para el hogar hasta la construcción de infraestructuras fundamentales.

En la actualidad, la atención se ha centrado en la disponibilidad y la resiliencia de la cadena de suministro; por lo tanto, el sector de fabricación de EE. UU. se encuentra en un punto de inflexión. La ley de infraestructuras y la ley de CHIPS que se aprobaron el año pasado permiten una inversión directa de miles de millones de dólares en el sector de fabricación responsable de los componentes fundamentales, para mejorar la capacidad y la seguridad de suministro. Según un análisis del McKinsey Global Institute, el sector de fabricación ya estaba en auge en la década anterior a la pandemia de COVID-19. Entre 2010 y 2019, EE. UU. agregó 1,3 millones de puestos de trabajo del sector de fabricación a la economía, luego de la pérdida de 5,8 millones de puestos en los 10 años anteriores.

Estas son buenas noticias. El sector de fabricación es importante para Estados Unidos, ya que brinda “puestos de trabajo bien remunerados, innovación comercial (la mayor fuente del país), es clave para la reducción del déficit comercial y contribuye de manera desproporcionada a la sustentabilidad ambiental”. Mantener el impulso positivo del sector de fabricación será transformador para este país.

Como director ejecutivo de una de las fábricas más grandes de Chicago, el futuro del sector de fabricación y las oportunidades que representa el sector para los empleados actuales y los futuros son algo personal para mí. A principios de este año, anunciamos la expansión de nuestras operaciones de fabricación en EE. UU. con una planta nueva de 275 000 pies cuadrados en Chicago. Con alrededor de 350 puestos vacantes de ingeniería y producción, queremos que la gente sepa que S&C ofrece un camino hacia carreras profesionales largas y satisfactorias para todos, desde la fabricación y la ingeniería hasta todas las demás funciones de la empresa.

Como innovamos, diseñamos y fabricamos tecnología para promover una red de distribución eléctrica más confiable y resiliente, nuestro trabajo es esencial y de vital importancia a medida que el mundo hace la transición hacia fuentes de energía con menos emisiones de carbono, como los recursos renovables y la electricidad.

Esta transición energética no tiene precedentes ni en escala ni en velocidad. El avance hacia la electrificación como fuente de energía, con el apoyo de una red resiliente e inteligente, reducirá nuestras emisiones de CO2 relacionadas con la energía y nuestra huella de carbono. Dado que los objetivos climáticos exigen emisiones netas cero para 2050 luego del Acuerdo de París, administrar esta transición y garantizar la estabilidad de la red es fundamental para nuestra sustentabilidad futura.

La fabricación es imprescindible para esta transición y para lograr los objetivos generales de sustentabilidad. En Estados Unidos, el sector de fabricación representa aproximadamente una cuarta parte (23 %) de las emisiones directas de carbono, según la Agencia de Protección Ambiental. Después de China, EE. UU. emite el porcentaje más alto, 12,6 %, del total de emisiones del mundo.

El sector de fabricación de EE. UU. ofrece un potencial increíble para alcanzar nuestros objetivos climáticos.

El sector de fabricación está evolucionando

A finales del siglo 19, la producción de electricidad marcó el comienzo de la segunda revolución industrial. Esta forma de energía permitió métodos de producción y tecnologías de comunicación mucho más eficientes, lo que generó grandes aumentos en la productividad.

Sin embargo, dado que los combustibles fósiles como fuente de energía dominaban el sector, el crecimiento económico creado por esta revolución industrial también generó emisiones. En la actualidad, el sector está repensando esos paradigmas dominantes para que la fabricación sea más sustentable y resiliente. La digitalización también está cambiando nuestro sector, lo que permite el uso de datos para impulsar la eficiencia y así, reducir la huella de carbono.

En S&C, impulsamos resultados ambientales positivos a lo largo del ciclo de vida de nuestros productos, desde el diseño hasta la fabricación, operación, actualizaciones y el final de la vida útil. En el mundo del sector de fabricación del siglo 21, minimizamos los residuos, limitamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y compuestos orgánicos volátiles, y evitamos que los residuos sólidos acaben en los vertederos.

Volvamos una vez más a la cadena de suministro. Ya mencioné los desafíos logísticos que se hicieron evidentes debido a los cierres por el COVID-19, pero no debemos olvidarnos de las emisiones asociadas al proceso logístico de envío de bienes a largas distancias. Según la Organización Marítima Internacional, las emisiones de los buques de carga representan el 3 % del total de emisiones anuales del mundo. El Fondo para la Defensa del Medioambiente afirma que el transporte de camiones de carga es responsable del 7 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sector en EE. UU.

La deslocalización y la regionalización del sector de fabricación reducirán la necesidad de envíos de larga distancia. Al mismo tiempo, procesos de fabricación más limpios y ecológicos pueden reducir aún más el impacto ambiental. Finalmente, el sector de fabricación también tiene amplias implicaciones sociales y económicas, ya que puede proporcionar seguridad económica al país y seguridad financiera a una población diversa.

Diversidad e inclusión

El sector de fabricación es el quinto empleador más grande de Estados Unidos y puede ser un indicador del crecimiento económico y la estabilidad ambiental.

Teniendo en cuenta los objetivos de contratación de nuestra empresa, queremos que la gente sepa y reconozca que el sector de fabricación ofrece carreras significativas y gratificantes a largo plazo. Necesitamos miembros de equipo con dedicación y entusiasmo para hacer avanzar la red eléctrica del siglo 21. Más allá de eso, debemos ver el sector de fabricación a través de un lente más amplio para reconocer lo que puede hacer por el género, por la raza humana, por personas de diferentes niveles educativos, y por personas de diferentes partes del país.

Este sector emplea a personas de diferentes géneros, con diferentes niveles educativos y de diferentes razas; brinda trabajo a trabajadores y comunidades de todo el continente; y ofrece oportunidades económicas sólidas que se basan en las habilidades y no en los títulos. Según Brookings Institution, los programas de aprendizaje o los programas de prácticas en el sector de fabricación puede crear mayores oportunidades económicas para un segmento más amplio de la población que cualquier otro sector.

¿Ya lo logramos? No exactamente, pero en el sector de fabricación nos gusta resolver problemas. En el pasado, construimos con éxito culturas en torno a la seguridad, la calidad y la integridad. Ahora estamos haciendo lo mismo para ser más ecológicos y diversos.

Como sector, debemos hacer nuestro aporte para atraer a más mujeres, minorías y generaciones jóvenes para que se unan al personal del sector de fabricación. Esto requiere un plan integral, con programas amplios de diversidad, equidad e inclusión, y el compromiso del liderazgo.

En EE. UU., el sector de fabricación ha sido durante mucho tiempo la base del país. Con una inversión y colaboración continuas para construir el sector de fabricación y ayuda para ser más resilientes, innovadores y sustentables, podemos abordar los problemas generalizados de la cadena de suministro, proporcionar protección ambiental y liderazgo a través de la transición energética, y proporcionar puestos de trabajo que desbloqueen carreras profesionales y oportunidades económicas para más personas.

Si lo logramos, el sector de fabricación ofrecerá quizás la mayor oportunidad de éxito en la construcción de una sociedad económicamente más resiliente, inclusiva y sustentable.

Especialista

Anders Sjoelin

Fecha de Publicación

septiembre 18, 2023