El COVID-19 y el Impacto del Cambio en la Demanda de Energía

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La pandemia del COVID-19 ha hecho surgir un número de retos para la industria de la energía de los Estados Unidos. Entre ellos está responder a la demanda cambiante. La demanda de energía alteró significativamente conforme los estados fueron pasando por varias etapas de cierre de emergencia. La demanda ahora se ha estado recuperando pero con una incertidumbre duradera sobre los patrones de consumo.

Una pregunta clave para la industria es: ¿Cómo respondemos a esta incertidumbre y aseguramos que nuestras redes de distribución eléctrica se adaptan a las necesidades de energía cambiantes de nuestros clientes?

Al inicio de la pandemia, la demanda de energía en los Estados Unidos cayó un promedio del 11%. Conforme las personas ajustaban sus estilos de vida y el trabajo en casa se convirtió en lo más común, la demanda residencial se elevó pero en menos que las reducciones de la demanda industrial y comercial. Los niveles de demanda generalmente estaban regresando en el último mes, pero la mayoría de las predicciones aún sugieren que la demanda agregada de los Estados Unidos caerá hasta en un 5% durante todo el año.

El panorama a nivel local y estatal está más mezclado. A mediados de abril, la demanda máxima había caído tanto como un 30% en Manhattan. Sin embargo, esto iba en contra de una reducción mucho más grande, del 96% en la ocupación de la construcción, destacándose un cambio en la demanda. Mientras que también se experimentaron reducciones iniciales, la demanda en Texas se redujo más rápido que en otros muchos estados, mientras que en Florida y California – áreas que comparten las partes de clientes residenciales – vieron una demanda continua o más aún, una demanda elevándose conforme se incrementaba el trabajo en casa y la educación en casa.

Siguiendo a un reciente periodo de un clima caluroso, la demanda se ha elevado nuevamente y con ello han llegado sugerencias de que un verano caluroso podría resultar en un incremente del 25% en los recibos de energía. Mientras que es tentador posicionar esto como una consecuencia directa de la pandemia, hacerlo sería un error. Había patrones semejantes en Texas en 2018 y 2019siguiendo periodos de clima más caluroso.

Durante los periodos prolongados de clima más caluroso y más frío, el consumo de electricidad se elevará. Así que, también, los costos para los clientes debido a que deberá comprarse más electricidad en los mercados al mayoreo para cumplir con la demanda de más electricidad. Esto no tiene nada que ver con el COVID-19 o con los costos de la operación de la red de distribución. Lo que ha hecho la pandemia es incrementar la incertidumbre alrededor de los patrones de la demanda. Mientras que el impacto inmediato puede ser a corto plazo, puede también tener un efecto duradero conforme van cambiando las necesidades individuales y las expectativas.

Esto hace surgir un problema para las compañías eléctricas. Significa un mayor enfoque en el borde de la red de distribución y asegurándose de que proporcione los niveles de confiabilidad que requieren los clientes en este momento, incluyendo los periodos prolongados de un clima más caluroso. Las interrupciones siempre ocurrirán, pero continuando con la modernización de sus sistemas, las compañías eléctricas pueden minimizar las interrupciones que experimentan los clientes. Conforme cambia el uso de la electricidad, las compañías eléctricas y los reguladores necesitarán índices de casos que proporcionen inversiones para dirigir las necesidades en evolución de los clientes.

Los patrones de la demanda han ido cambiando. Los niveles incrementados de electrificación, el impacto de los veranos más cálidos, y el enfoque incrementado en la descarbonización están todos teniendo un impacto y están presentando retos para las compañías eléctricas y para los reguladores. Estos son problemas que están ocurriendo a través del globo. Consecuentemente, los requerimientos de las redes de distribución eléctrica, incluyendo los niveles de confiabilidad y resiliencia que proporcionan, se han ido desdoblando y expandiendo. El COVID-19 simplemente ha acelerado el paso de estos cambios.

Especialista

Chris McCarthy

Fecha de Publicación

julio 15, 2020